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viernes, 26 de julio de 2019

Terapia




125- dudas y respuestas sexuales_2250187_s

“¿El alcohol mejora las relaciones sexuales?”; “Sentir dolor durante la penetración, ¿es habitual? ¿A qué puede deberse?”; “No tengo libido, ¿qué puedo hacer?”; “¿Por qué se produce la eyaculación precoz?”, “¿Y la disfunción eréctil?”; “¿Las relaciones íntimas únicamente son completas si se logra la penetración y el orgasmo?”; “¿Por qué puede llegar a resultar difícil concentrarse en el sexo?”

Esta semana, desde INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, respondemos a algunas de las dudas más frecuentes en el ámbito sexual.

 

“¿El alcohol mejora las relaciones sexuales?”

Existen toda una serie de dificultades que pueden aparecer en las relaciones sexuales cuando van acompañadas de un importante consumo de alcohol.

Concretamente, un consumo leve, correspondiente a una concentración de alcohol de 0,025, parece tener un efecto estimulante, pero el incremento de esta concentración hasta un determinado punto, por encima de 0,05, produce una disminución lineal de la respuesta sexual.

El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central (socialmente existe la falsa creencia de que se trata de un estimulante), y por ello, unas cuantas copas dificultan la respuesta sexual.  Aún así, el efecto desinhibidor que el alcohol produce se asocia a “un recurso” para adquirir confianza y facilitar la toma de contacto con la otra persona; es por ello que existe la falsa creencia de “el alcohol mejora las relaciones sexuales”.

 

“Sentir dolor durante la penetración, ¿es habitual? ¿A qué puede deberse?”

Muchas mujeres pueden sentir molestias o dolor durante la penetración.  Un motivo muy habitual es la sequedad vaginal asociada a estrés, ansiedad u otros factores.

Por otro lado, durante la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, la vagina se hace más pequeña (por una reducción del diámetro superior) y el epitelio vaginal se seca.  Este hecho puede producir una vaginitis (inflamación del epitelio vaginal) que puede ocasionar dolor durante el coito.

En estos casos, el uso de lubricantes facilita la penetración y reduce la irritación causada en los tejidos al friccionar.

 

“No tengo libido, ¿qué puedo hacer?”

Para aumentar la libido es importante conectar con sensaciones sexuales placenteras que ayuden a retroalimentar la motivación y las ganas de disfrutar de una vida sexual sana.  Recordar experiencias sexuales satisfactorias, fantasear (qué nos gustaría, qué desearíamos hacer, qué preámbulos nos gustaría tener en el encuentro sexual, cómo desearíamos recibir placer, qué nuevos escenarios sexuales podríamos probar, etc.), así como buscar el apoyo de inductores externos del deseo(como por ejemplo películas o novelas con un elevado grado de erotismo), son algunos de los principales recursos para aumentar la libido.  Por otro lado, conectar con la sensación placentera por medio de la autoestimulación es un elemento básico para retroalimentar las “conexiones neuronales del placer”, hecho que aumentará el pensamiento sexual y, en consecuencia, el deseo.

Otros factores importantes para mejorar la libido pueden residir en el hecho de potenciar la intimidad de pareja buscando momentos privados y plantear el sexo como un juego en el que tengamos ganas de participar y divertirnos.

 

“¿Por qué se produce la eyaculación precoz?”

Hasta el momento no se conoce con exactitud el origen de esta disfunción masculina.  Posiblemente, diversos factores pueden estar relacionados, diferenciando factores predisponentes, factores precipitantes, y factores mantenedores.

Entre los factores predisponentesencontramos los antecedentes familiares y el mal aprendizaje entre otros.  En cuanto a los factores precipitantes destacan la baja frecuencia sexual, la pareja demandante, y la ansiedad de ejecución.  Y entre los factores mantenedores resaltan nuevamente la ansiedad de ejecución, la falta de habilidades psicosexuales y los conflictos de pareja, sin olvidar por supuesto todos aquellos aspectos biológicos que podrían encontrarse en todos los supuestos.

 

“¿Y la disfunción eréctil?”

Concretamente, la “ansiedad de ejecución”, está estrechamente relacionada con la respuesta eréctil.  Esta ansiedad se origina debido al temor al fracaso (sensación de miedo a no responder de forma adecuada ante la pareja), la obligación de resultados(necesidad de una respuesta eréctil muy consistente, duradera y de recuperación rápida), el altruismo excesivo (estar más pendiente de la satisfacción de la pareja, perdiendo concentración en el erotismo propio), y la autoobservación (consistente en estar observando el pene para ver cómo responde).

Por ello, es importante facilitar al hombre el vivir las experiencias sexuales de un modo más tranquilo y relajado, sin presión.  Por ejemplo, en terapia sexual en ocasiones se utiliza el “prohibir el coito” en los primeros encuentros sexuales; de este modo evitamos que las exigencias del momento sean demasiado altas.

 

“¿Las relaciones íntimas únicamente son completas si se logra la penetración y el orgasmo?”

Existen muchos mitos en relación a la genitalización de las relaciones sexuales o a la creencia de si éstas únicamente son completas si se logra la penetración y el orgasmo.  Es cierto que los genitales son una  parte del cuerpo humano con mucha importancia en las relaciones sexuales, pero reducir la sexualidad a la genitalidad es limitar la experiencia,  sobre todo si consideramos que todo nuestro organismoes sexuado.  La piel es un órgano sexual, y como tal, debe tenerse en cuenta en nuestras relaciones íntimas.  La penetración es sólo una práctica más dentro de las múltiples posibilidades que tenemos para satisfacernos.  Pueden existir relaciones sexuales muy placenteras sin coito.

 

“¿Por qué puede llegar a resultar difícil concentrarse en el sexo?”

La concentración puede verse dificultada por todo aquello que mantiene la mente ocupada y la aleja del momento presente, del aquí y ahora del placer, como por ejemplo el estrés, las preocupaciones de cualquier tipo o los pensamientos negativos en general.  Respecto a este último punto, resultan especialmente destructivos aquellos pensamientos relacionados con la propia imagen corporal o con cambios en la imagen de la pareja, así como pensamientos negativos sobre la propia habilidad o competencia sexual (pensar en no dar la talla en el encuentro erótico).  Además, puede dificultar abstraerse en el encuentro sexual el hecho de anticipar el final; si sabemos cómo empezará y terminará la relación íntima fruto de la rutina, nuestra mente se dispersará y tendremos la cabeza en cualquier otra parte.

Terapia

Celos / celotipia ⎪ definición, causas, síntomas y tratamiento

¿Qué son los celos?

La mayoría de nosotros ha experimentado celos en algún momento. Sabemos identificar los celos cuando aparecen en nosotros, y usualmente podemos notar cuando alguien más experimenta celos, basado en sus acciones. Pero ¿qué son los celos? Los celos son en primer lugar una emoción. Se trata de pensamientos, sentimientos de inseguridad, miedo, e preocupación y ansiedad con respecto a una pérdida anticipada de estatus o de algo de gran valor personal, particularmente en referencia a una conexión humana.

La condición para que existan los celos en una relación amorosa, es que la pareja exista una relación de confianza. Toda situación de celos está compuesta por un individuo celoso, su pareja y un tercero que se percibe como "rival". De esta forma, los celos son precisamente una reacción a la amenaza percibida a consecuencia de la presencia de este rival. La reacción de celos incluye generalmente emociones aversivas y comportamientos que tienen la pretensión de proteger el vínculo de la relación. En esta dinámica, ambas partes usualmente no están de acuerdo con lo que la persona celosa percibe como "rival", ni tampoco con que las reacciones de celos "protegen" efectivamente la relación.

Lo cierto es que, efectivamente, la percepción de peligro originada por un supuesto rival tiende a ser ilusoria (la amenaza percibida puede ser real o imaginaria; es decir es imaginada por la persona celosa y motivada típicamente por el miedo). Esto no significa sin embargo que tenga que pasarse por alto, ni descalificarse, pues es necesario que ambos en la relación trabajen con esto.

Los celos nacen únicamente si:

❖  la pareja tiene una relación de confianza

❖  existe el temor a perder a una persona importante

❖  existe sentimiento de estar siendo traicionado por la persona en quien uno confía.

Se llama celotipia o celos enfermizos únicamente cuando la capacidad de confiar está atrofiada por un mal manejo de parte de la persona celosa. Cuando los celos son ocasionados, por otro lado, por una falta de respeto a la confianza de la pareja, entonces no hablamos de celopatía, en el sentido de que es normal que la persona engañada tenga dificultades en confiar nuevamente ya que, por decirlo así, su órgano de la confianza ha sido dañado. Evidentemente esta desconfianza tiene que ser temporal, y se requiere de un proceso para sanar nuevamente. Sin embargo, es natural que la infidelidad deteriora el sentido que se tiene de la seguridad en una relación.

Celos normales y celos malsanos

Los celos malsanos son una intensa emoción teñida de enojo y violencia, y principalmente del miedo de perder la exclusividad del amor de ser amado en provecho de otra persona. Se trata de un miedo generalmente no fundado, que es más bien imaginado y exagerado de distintos detalles o pequeños índices que pueden alimentarlo: retrasos, miradas, pequeñas atenciones, regalos a otros, etc. Si bien los celos normales tienen que ver con una protección del vínculo, la principal característica  de los celos malsanos es que, a diferencia de los celos normales, persisten a pesar de que no existe una amenaza real a la relación. Un ejemplo es el marido que sospecha de su esposa y la espía a pesar de que ella muestra ser fiel y no existen signos que la contradigan.
La persona con celos detesta ver o imaginar a su pareja mostrar interés por otras personas. A la menor duda, la pareja sufre una explosión emocional excesiva que todo intento de negar o de justificar no hace sino aumentar la desconfianza.
Los celos se desarrollan en general como consecuencia de experiencias de abandono y de privación vividas en la infancia, y se desencadena cuando la persona celosa siente que su pareja parece menos apasionada y dedica más tiempo al trabajo o a los cuidados de los niños. En general, la persona celosa y su pareja mantienen una dinámica cada vez más destructiva: entre más la persona celosa expresa sus sospechas y busca controlar a su pareja, más la pareja busca convencer a su pareja que no hay ninguna razón de estar celoso e intenta deshacerse del control de su pareja. Este comportamiento acentúa sus celos, pues la persona celosa siente que su pareja se aleja.`

Celos de pareja

Síntomas y signos de los celos

La persona celosa tiende a ser celosa de los amigos del mismo sexo o del sexo opuesto, del equipo de trabajo, de un desconocido en la calle o en cualquier sitio, de toda actividad social o incluso de sus propios hijos. A continuación mencionamos los principales signos de celotipia:

●  La verificación: revisar la agenda, los bolsillos de la ropa, el teléfono celular, oler ropa o cuerpo de la pareja o huellas extrañas, acompañar a la pareja o ir a buscar, etc.

●  Cuestionamiento: interrogaciones, poner a prueba la veracidad de lo dicho, escenas, discusiones más o menos violencias, cuestionamientos de dónde está, con quién está, etc.

●  La inhibición: no hacer nada si no está la pareja.

●  Posesión: En el caso de los celos de pareja, la posesión puede explicarse como un deseo de que el otro le pertenezca exclusivamente a la persona celosa, su tiempo, su interés, etc., al punto de no soportar el deseo de libertad de la pareja. Esta posesión es reforzada por el miedo de perder su lugar privilegiado respecto a su pareja.

●  La idealización del otro: la persona celosa tiende a idealizar a su pareja y es una de las causas de los celos. Esta idealización conduce a la certeza de que la pareja es deseada por todos los demás y por consecuencia se genera una desconfianza hacia todas las personas que puedan acercarse a la pareja.

●  La proyección: consiste en la proyección de fantasmas o deseos propios a la pareja de ser infiel y convencerse que su pareja es que tiene esos deseos.

Causa de los celos

Hemos visto que los celos malsanos tienen que ver con una desconfianza no fundamentada, y podemos preguntarnos: ¿por qué alguien elegiría sufrir los terribles padecimientos de los celos si no existen realmente fundamentos para ello en la realidad? Una respuesta es que a través de los celos la persona está tratando de resolver un asunto no resuelto que viene arrastrando de la infancia, y que la relación misma lo fuerza a atender el problema. Es posible afirmar también que las personas no se involucran en un determinado tipo de relación por casualidad. La atracción que existe entre dos personas tiene que ver no solo con aspectos positivos de cada uno, como la inteligencia, el talento, la belleza, etc., sino también con aspectos negativos u obscuros: es decir con problemas no resueltos que cada uno trae consigo de su propia historia. Esto hace que dos personas se junten y forma parte de lo que debemos entender por "amor". Una relación amorosa importante no solo va a consistir en momentos agradables y bonitos, también tiene que ver con lo que podría llamarse demonios que surgen a la superficie. Cada uno, a través de la relación, va a forzar al otro a atender estos problemas no resueltos, que de otra manera (en una relación con el vecino, con el compañero de trabajo) no se atenderán. Desde este punto de vista, la definición del amor también supone este reto, esta exigencia de superar asuntos pendientes, cicatrizar heridas abiertas, y crecer a nivel personal, y en lo posible, juntos.

Así, por ejemplo, los celos pueden ser consecuencia de haber elegido a una persona que es probable que nos haga sentir celos, pues es muy sociable, tiene muchos amigos/as, o incluso es muy coqueto. Esto quiere decir que, de alguna manera, cuando surge el problema de celos malsanos en una relación, es importante que ambos acudan a terapia y analicen a fondo de dónde proviene este problema que los supera.

Algunas de las causas que dan lugar a los celos están:

  1. inseguridad personal
  2. temor a resultar desprestigiado
  3. debilidad de la relación
  4. sentirse excluido y dejado de lado

Estos últimos tres se relacionan con la dinámica de una situación o relación específicas (no son características de una personalidad, como la inseguridad).

Celos de pareja, mujer revisando el celular

Tratamiento y psicoterapia

Muchas veces los celos pueden ocasionar muchas dificultades en una pareja, incluso llevarla a desintegrarse. Es recomendable tratar la celotipia en terapia de pareja aunque también puede trabajarse de forma individual, es decir en terapia individual.

Uno de los enfoques que ha mostrado ser más efectivo para tratar los celos es la terapia sistémica breve


¿Cuánto más satisfecho se sienta uno en una relación, menor será la probabilidad de que ser celoso?

La razón más profunda por la que dos personas están unidas, tiene que ver con como se hace sentir el uno al otro. Es precisamente lo bien que puede hacer sentir hombre o una mujer a su pareja, que ésta va a intentar cuidar lo más posible que eso que lo hace sentir tan bien, no se ponga en riesgo, ni se pierda. Muchas veces las personas que son infieles tienen desde niños un problema con el tema de la confiabilidad, y no les importa el no ser confiable ni dignos de confianza para el otro. Muchas veces no se imaginan el daño que pueden causar hasta que están frente al problema, y corren riesgo de perder la relación.

¿Es probable que cuanto más infiel haya sido uno, más celoso sea?

Sí. Por la simple razón de que ser infiel equivale a restarle importancia a la confianza, y entre más infiel sea, menos capacidad de confiar tendrá; por lo que es muy seguro que desconfíe de su pareja. Esto se llama celos proyectados.

¿Los celos en la edad adulta están influidos por la envidia que uno sintió en la infancia por las ventajas que goza el hermano?

No, al menos directamente. Necesariamente este tipo de situaciones, como verse en desventaja, ser desplazado, ocupar un segundo lugar, etc., tienen que ser asimiladas adecuadamente para que no repercutan en la vida adulta. Las consecuencias de no resolver esto pueden manifestarse de muchas otras maneras, por ejemplo dependencia emocional, entrar en relaciones con hombres casados, y también celos.

¿Elegimos una persona que resulte lo más adecuada posible para satisfacer las necesidades afectivas que no fueron satisfechas en nuestra infancia?

No exactamente. Por ejemplo un hombre adulto que sufrió toda su infancia por la una tendencia de la madre a sobreprotegerlo, por lo tanto a invadir su espacio y su tiempo, en la medida en que el la edad adulta este hombre no resuelva ese problema pendiente (el entrar en crisis cuando su madre lo sobreprotege), tendrá muchas probabilidades de entrar en una relación en la que su pareja tienda a no respetar el espacio y el tiempo en la relación. Es más, es probable que justamente sea también un asunto pendiente de ella, que se le dificulte enormemente o necesite estar "muy" cerca de su pareja (de lo contrario puede sentir abandono, por ejemplo). Lo que significa esto, como se desarrolló arriba, es que las personas se juntan no para llenar sus carencias, sino, entre otras cosas, para exigirse el uno al otro que se atiendan esos asuntos no resueltos que impiden el crecimiento de cada uno (todo esto evidentemente en un nivel inconsciente, es decir, nada de esto es una decisión voluntaria de los enamorados).

¿Es legítimo preguntar en qué se está beneficiando el compañero no celoso con el problema de celos?

No. Es importante más bien llevar la situación a un nivel parejo en el que pueda entenderse que ninguno de los dos está obteniendo un beneficio. Si bien puede decirse que la esposa no celosa alimenta los celos del compañero por ejemplo cuando siente que éste está dando por descontado su amor, es seguro que la causa de lo celos tenga que ver con un problema no resuelto de la persona celosa, una herida abierta, que si bien se reactiva constantemente cada vez que su esposa le pica directamente en la herida, es un error creer que la responsable de haber abierto esa herida es la esposa; eso solo desubicaría más a la persona celosa.

jueves, 25 de julio de 2019

Autoayuda


DEJA DE REGALAR TU VIDA…


Deja de dar tu poder. Empieza a aprovechar tu fuerza.

Deja de dar tu felicidad a otra persona para que la guarde para sí misma. Empieza a ocuparte de tus propias necesidades.

Deja de olvidarte de tu niño interior. Empieza a seguir a los jóvenes que quieren salir a jugar.

Deja de olvidarte de reírte porque esto hace sentir incomodidad a otro. Empieza a disfrutar de este viaje. Deja de intentar contentar a los demás, concéntrate en ti mismo.

Deje de regresar a la fuente de tu dolor pensando que será diferente. Empieza a perdonar, a olvidar y a seguir adelante.


Deja de poner excusas a la persona que amas pero no te respeta. Empieza a ver el valor que tienes, y consigue el respeto que te mereces.

Deja de intentar encajar en lo que no funciona. Empieza a encajar en lo que funciona para ti.

Deja de luchar contra tu ego. Empieza a moverte a través de tu intuición porque si te está molestando no es bueno para ti. PopCash.net

Deja de permitir un comportamiento destructivo. Comienza a fomentar tu propio crecimiento positivo.

Deja de buscar la verdad cuando no hay capacidad de autenticidad de la otra parte. Concédete libertad de ser tú mismo.




En el Oráculo de Delfos, a la entrada del templo de Apolo, en la antigua
Grecia, una piedra tenía grabados unos extraños signos. Era una
invitación a adentrarse en una de las aventuras más fascinantes que el
ser humano pueda emprender, la de conocerse a sí mismo. Este libro es
un mapa que nos va a acompañar en ese viaje hacia nuestro propio
interior. Poco a poco se irá desvelando el secreto de cómo las personas
creamos los ojos a través de los cuales observamos y percibimos el
mundo. Son estos ojos los que tantas veces hacen que nos enfoquemos
en las culpas del pasado y no en las posibilidades del futuro.
Reinventarse no quiere decir convertirse en alguien distinto a quien se
es, sino sacar a flote nuestro verdadero ser. Es en este nuevo espacio
de posibilidades donde afloran la creatividad, la sabiduría y la energía
que transforman por completo nuestra experiencia, trayendo una mayor
serenidad, ilusión y confianza a nuestras vidas. Está 
en nosotros, en el
ejercicio de nuestra libertad personal, hacer elecciones que
paulatinamente nos lleven a transformar nuestra forma de mirar.
Decía Marcel Proust que «el verdadero acto del 
descubrimiento no
consiste en salir a buscar nuevas tierras, sino en aprender a ver la vieja
tierra con nuevos ojos». Son nuestros nuevos ojos los que nos van a
permitir ver lo que antes nos era invisible y son también esos nuevos
ojos los que nos van a llevar a descubrir cómo alcanzar aquello que
hasta ahora nos había parecido imposible.
«No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente,
sino la que responde mejor al cambio.»
CHARLES DARWIN
Una de las cosas más difíciles de hacer es mantener una mente abierta a la hora
de explorar algunos conceptos que desafían nuestra forma habitual de pensar.
Todos sabemos que lo que nuestro cerebro es capaz de percibir es sólo una
pequeña parcela de lo que la realidad encierra. Sin embargo, en el momento de
actuar, tendemos a hacerlo como si lo que nosotros viéramos fuese lo único que
existiera. Cuántas veces, por ejemplo, el ojo verdaderamente entrenado no es el
que de un vistazo distingue formas y colores, sino el que descubre lo que las
personas sienten y no dicen. Hay facetas de la realidad que, si alcanzáramos a
verlas, nos revelarían muchas cosas que añadirían años a nuestras vidas y calidad
de vida a nuestros años. Es lógico que nos preguntemos el porqué de esta extraña
situación que nos lleva a permanecer ciegos frente a aquellas oportunidades que
la vida, sin saberlo nosotros, nos ofrece.
Sólo comprendiendo un poco mejor la interacción entre cerebro y mente,
podremos dar una explicación a por qué el cerebro no funciona con el nivel de
eficiencia que esperaríamos de él. Es frecuente escuchar que sólo utilizamos el
10% de nuestro cerebro. Esto no tiene ninguna base científica, y aun así, de
alguna manera, todos sabemos, aunque sea a nivel intuitivo, que tenemos
recursos, fortalezas y talentos dentro de nosotros que están todavía por descubrir.
El cerebro es un órgano tan complejo que, a pesar de suponer sólo el 2% del
peso corporal, consume el 25% del riego sanguíneo. Procesos tales como el
análisis, el aprendizaje o el pensamiento creativo precisan de una gran energía

que llega en forma de glucosa y oxígeno a través de la sangre. La misión más
importante del cerebro es la de ayudarnos a sobrevivir.
Hace más de dos millones de años, el Homo habilis sobrevivió, mientras que
sus primos, los parantropos, no lo lograron. La razón no fue otra que el hecho de
que el primero desarrolló un cerebro mayor y más eficiente.
La tarea de sobrevivir tiene mucho que ver con la capacidad de resolver
problemas, tomar decisiones, afrontar obstáculos y aprender de los errores.
Nuestra capacidad de observación y análisis, combinada con las facultades de la
inteligencia, la memoria, la imaginación y la creatividad, constituye el substrato
que necesitamos para hacer frente con eficiencia a los desafíos que la vida nos
presenta. Sin embargo, todas estas facultades y capacidades son de muy poca
utilidad si frente a los retos nos llenamos de ansiedad o angustia. Nos guste
aceptarlo o no, una persona bloqueada emocionalmente está anulada
intelectualmente.
Las emociones que sentimos y que tienen tanta importancia a la hora de
resolver problemas no surgen de la nada, sino que tienen una fuente de
procedencia muy clara y específica. Conocer los orígenes de dichas emociones
es muy importante si queremos gestionarlas de forma adecuada. Esto tiene
especial relevancia cuando nos encontramos en situaciones muy difíciles, donde
estamos sometidos a mucha presión y en las que nuestras decisiones pueden
tener importantes consecuencias.
Cuando emociones tales como el miedo o la desesperanza se apoderan de
nosotros, se produce un auténtico «secuestro cerebral», y no importa lo
inteligentes que seamos; nuestra inteligencia no brillará por ninguna parte. Lo
que hace insoluble la mayor parte de los problemas no es la dificultad del
problema, sino nuestra sensación de pequeñez en el momento de hacerle frente.
Por eso, la verdadera capacidad para resolver problemas de una manera creativa
pasa por lograr que, cuando nos aproximemos a dichos problemas, nuestro
cerebro tenga el grado de equilibrio que es necesario tener para que funcione de
manera óptima y encuentre una alternativa de solución eficiente.
De la metalurgia hemos adoptado la palabra resiliencia, que no es sino la
resistencia que ofrece un metal para ser deformado. También hemos adoptado de
esta misma ciencia la palabra elasticidad, que es la capacidad de ese metal para
volver a su forma original cuando la fuerza que lo deformó ha desaparecido. El

acero, por ejemplo, ofrece una gran resiliencia porque cuesta mucho deformarlo
y a la vez tiene una gran elasticidad para volver a su forma inicial una vez que la
fuerza que actuaba sobre él ha desaparecido.
Hay personas que tienen una extraordinaria capacidad de aguante ante la
adversidad y que difícilmente pierden su serenidad. Suelen también ser estas
mismas personas las que antes se recuperan después de pasar un episodio
doloroso en sus vidas.
De la medicina hemos adoptado la palabra homeostasis, que es el conjunto
de mecanismos que mantienen ciertos parámetros del organismo en unas cifras
constantes. Nos interesa conocer cómo desarrollar en nosotros esa resiliencia y
esa elasticidad. Nos interesa saber cómo desarrollar mecanismos para mantener
nuestra homeostasis, nuestro estado de equilibrio cuando las circunstancias en
las que nos encontremos sean difíciles e incluso adversas.
Para lograr semejante competencia, es preciso que nos adentremos en los
complejos resortes de la mente humana a fin de descubrir cómo gestionarla de la
manera más adecuada posible.
Aunque no me gusta mucho la analogía entre cerebro y ordenador, sí que nos
podría ser muy útil a la hora de comprender ciertas cosas que tienden a ser un
poco escurridizas. Nuestro cerebro se asemejaría parcialmente a un
complejísimo ordenador capaz de hacer los cálculos más sorprendentes y
encontrar las soluciones más innovadoras. Sin embargo, al igual que el
ordenador funciona de acuerdo con un programa, un software, nuestro cerebro
responde también a un software que estaría situado en el plano de la mente.
Un ordenador magnífico con un software mediocre genera resultados
mediocres. Un cerebro excepcional con un software mental limitante sólo
producirá procesos limitados.
El software mental se fabrica fundamentalmente a través de experiencias.
Esas experiencias se convierten en los puntos de referencia que deciden la
manera en la que el cerebro ha de operar en el futuro. Imaginémonos, por
ejemplo, que alguien hubiera tenido una serie de experiencias muy negativas
teniendo como jefe a una persona del sexo opuesto. El resultado sería que si a
esa persona le asignan en su nuevo trabajo a un jefe también del sexo opuesto,
probablemente empezará a experimentar un conjunto de emociones muy poco
agradables. Entre ellas podríamos tal vez citar la frustración, el resentimiento o

incluso la ira. Posiblemente, el rendimiento de esa persona empezaría a ser
pobre, teniendo muchos despistes y cometiendo múltiples errores. Éste sería un
caso claro de un cerebro perfectamente capaz, vuelto incapaz por un software
experiencial que continuamente le está limitando.
Algo similar podría ocurrir con un niño que haya experimentado mucho
sufrimiento a la hora de aprender algo nuevo. Sometido a la necesidad de un
nuevo aprendizaje, el niño será incapaz de mantener la atención, de comprender
y de memorizar.
Parte de las experiencias que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas
son esenciales para la supervivencia y, por lo tanto, están muy bien donde están.
Sin embargo, otras experiencias son, como hemos visto, profundamente
limitantes, e impiden la adaptación ante entornos inciertos y cambiantes. Es
precisamente este tipo de experiencias las que más nos interesa conocer y
comprender, porque, cuando las cambiamos, nuestro cerebro también cambia y
se hace más capaz.
El software, el programa de un ordenador, salvo que contenga tal vez algún
tipo de virus informático, no puede dañar el hardware, es decir, la estructura
física del ordenador. Sin embargo, el software mental, cuando es disfuncional, sí
que puede generar lesiones en la parte física, en el hardware, en el cerebro. Por
eso, si cambiamos un programa mental disfuncional por uno funcional, sí que se
produce un claro impacto en la estructura física del cerebro humano.
Que el cerebro del adulto es maleable ya tiene poca discusión. Hoy sabemos
que, cambiando la forma de pensar, cambiamos los circuitos cerebrales. También
sabemos que las personas ancladas en una mentalidad negativa favorecen la
muerte neuronal, y que aquéllas que han decidido enfocarse en lo positivo
generan nuevas neuronas a partir de células madre cerebrales.
Los seres humanos, cuando cambiamos nuestros programas mentales más
limitantes por otros que lo son menos, modificamos físicamente la estructura de
nuestro propio cerebro. Tal vez por eso D. Santiago Ramón y Cajal, nuestro
primer Premio Nobel de Medicina, en 1906, decía que todo ser humano puede
ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro. Es importante que
entendamos que Cajal no hablaba metafóricamente, sino literalmente. Esto nos
puede llenar de ilusión a todos aquellos que aspiramos a hacer crecer y
evolucionar nuestra inteligencia y nuestra capacidad de aprendizaje, a la vez que

pone en nuestras manos una gran responsabilidad, la de descubrir qué es lo que
necesitamos hacer y entrenar para reinventarnos a nosotros mismos.


La mirada interior
«¿Quién es capaz de hacer que el agua turbia se aclare? Déjala quieta
y poco a poco se volverá clara.»
LAO TZU
Nuestras experiencias, cuando han sido intensas desde el punto de vista
emocional, sobre todo si han tenido lugar durante nuestra niñez, pueden dar
lugar a lo que se denominan «creencias inconscientes». Este tipo de creencias
son en realidad convicciones que tenemos. Se trata de algo que para nosotros es
una auténtica certeza y que, por lo tanto, no admite discusión. No se parecen a
ideas, sino a verdaderos sentimientos. Es muy diferente pensar, por ejemplo, que
no soy capaz de hacer algo, a sentirme incapaz y a saberme incapaz. Cuando
hablamos de estas creencias hablamos de algo muy enraizado en la mente. Me
gustaría resaltar que la mayor parte de las convicciones que nos limitan, lo hacen
sin que nosotros lo sepamos, esto es, actúan por debajo del plano de la
consciencia.
Posiblemente, muchos de nosotros hemos oído hablar del test de cociente
intelectual, que, durante muchos años, se consideró que medía la inteligencia de
una persona. Es curioso que cuando a una serie de jóvenes se les ayudó a
desenmascarar algunas de esas convicciones profundamente limitantes que
tenían sobre quiénes eran y a transformarlas en convicciones más positivas,
consiguieron elevar de forma extraordinaria su cociente intelectual. Esto
significa, ni más ni menos, que algunas de nuestras convicciones pueden limitar
de forma muy importante el despliegue de nuestra inteligencia.
Muchas veces estamos convencidos de que somos de una manera
determinada y nos parece imposible llegar a cambiar. Sin embargo, vuelvo a

repetir que lo que nuestro cerebro es capaz de reconocer y de captar en nosotros
es sólo una pequeña parte de la realidad que somos. Además, conviene saber que
nuestro cerebro, en lo que a percepciones se refiere, puede engañarnos por
completo.
Cuando uno observa un amanecer y todo el movimiento del sol hasta que
éste se oculta, la percepción visual que se tiene es que el sol se ha movido,
mientras que yo estaba quieto. Le costó mucho a Galileo que las mentes de la
época se abrieran a considerar algo que estaba en línea opuesta, no sólo con lo
que pensaban, sino también con lo que veían. Hay una serie de ideas que
tendemos a descartarlas de entrada porque están en contradicción con lo que
nuestros propios sentidos nos muestran. Pondré otro ejemplo para una mayor
claridad. Todos entendemos que la materia está formada por átomos y que, como
nuestro cuerpo es material, pues también está integrado por átomos. Cuando
observamos nuestro cuerpo, lo vemos sólido y, sin embargo, esto es una
percepción que no se sostiene con la realidad.
En una ocasión en la que visité el Museo de la Ciencia en Londres, explicaban algo sorprendente.
La parte que podríamos llamar «sólida» de un átomo es el núcleo, que si recordamos de alguno de
nuestros estudios de física, está rodeado de una corteza que es un espacio fundamentalmente
vacío y por el que se mueven los electrones. Pues bien, para que nos hagamos una idea de lo
hueco que está un átomo, el núcleo tendría el tamaño de un balón de fútbol colocado en medio de
la ciudad de Londres, mientras que la corteza ocuparía el espacio de toda la capital británica,
cuyo diámetro es de alrededor de 50 kilómetros. Si estamos formados por átomos, como lo
estamos, quiere decir que estamos fundamentalmente huecos y, a pesar de ello, nos vemos
sólidos.
También nuestras vísceras cambian de tal manera que muchos de los órganos
que tenemos actualmente no contienen ninguna de las células que teníamos
cuando nacimos. Son células nuevas que han aparecido como consecuencia del
proceso de reproducción celular que sucede de manera continua en el cuerpo.
Va a hacer falta, por parte del lector, una mente muy abierta para adentrarse
en estas páginas, no porque se vayan a hacer revelaciones de fenómenos
extraordinarios, sino porque nos vamos a dar cuenta de que o salimos de nuestra
forma tan limitada de pensar o seremos incapaces de ver las cosas desde esa
perspectiva que nos va a permitir descubrir puertas donde antes sólo veíamos
muros. Necesitamos recuperar la capacidad de sorpresa y asombro de un niño,

para introducirnos en lo que Einstein llamaba «la belleza del misterio».
De igual manera que la realidad de los microorganismos se hizo patente con
la invención de un instrumento de observación que era el microscopio y que la
realidad de las galaxias se ha hecho patente con la utilización del telescopio,
vamos a necesitar un instrumento muy especial para adentrarnos en el mundo
interior y descubrir aquello que, aun existiendo, permanece oculto. Ese
instrumento de observación no es otra cosa que la consciencia.
Me gustaría contarle al lector una historia fascinante que le escuché relatar a
Steven Covey:
Dos pescadores se encontraban en un río en Estados Unidos, pescando con la técnica de la mosca.
En esta técnica que se ha popularizado en muchas películas, el hilo se mueve como un látigo
encima del agua, golpeando ocasionalmente la superficie del agua para dar la impresión de que
un insecto ha caído en ella. Esto hace que las truchas inmediatamente se lancen a la captura.
Lógicamente, para que al pez le dé tiempo a cazar su presa, ha de sentir que está muy cerca de
ella. Por eso, en esta técnica de pesca es de gran importancia que el cebo toque el agua en la
proximidad de los peces.
Uno de los pescadores pescaba muchísimo, mientras que el otro no pescaba nada.
Preguntados sobre la posible explicación a este hecho tan curioso, muchas personas hablaban de
suerte y otras de experiencia. La realidad se aleja mucho de lo que nos parece razonable. El
pescador que pescaba tantos peces utilizaba unas gafas especiales que se llaman «gafas
polarizadas» y que le permitían distinguir la silueta de los peces debajo del agua. A los que no
somos especialmente aficionados a la pesca, no se nos habría pasado ni siquiera por la cabeza que
ésta fuera la explicación, ya que no teníamos ni idea de que hubiera gafas capaces de lograr algo
tan sorprendente.
Nuestra consciencia se asemeja a las gafas polarizadas de la historia. Ella es la
que nos va a ayudar a descubrir qué es lo que hay en nuestro interior, aquello que
no nos deja vivir la vida como nos gustaría vivirla en lo que sí que depende de
nosotros y que es mucho.
La consciencia necesita de la atención. La consciencia sería como el ojo que
ve, y la atención, como la luz que ilumina para que el ojo vea. Sólo cuando
llevamos la atención a nuestro interior es cuando podemos descubrir aquello que
permanecía cubierto y desvelar aquello que estaba velado.

miércoles, 24 de julio de 2019

Historia


En el momento actual hay más adolescentes viviendo en el mundo que en cualquier otra etapa 
anterior, gran parte de esta desproporción demográfica vive en Latinoamérica y el Caribe. Este 
fenómeno conocido como “bono demográfico” es una realidad para los países de la región; si será 
una maldición o un regalo solo se comprenderá en un plazo adecuado en que esta generación esté 
en capacidad productiva; tal vez de 15 a 20 años,… ¿y después?
Si los estados, las comunidades y las familias no cuidan de fomentar el desarrollo integral de los y las 
jóvenes, pues la situación prevalente será de una oportunidad desperdiciada que no podrá ser 
recuperada y cuyas consecuencias negativas serán sin duda mucho más peligrosas y dañinas de lo 
que imaginamos.
La lógica recomienda pues, una inversión primordial en los procesos de educación, productiva, 
laboral, moral del niño y del joven. En este proceso formativo el desarrollo de habilidades que 
permitan a las personas enfrentar ética y adecuadamente los retos de la vida diaria se torna en una 
elemento indispensable, postulándose que no basta el desarrollo cognitivo, intelectual para el éxito 
personal y que es necesaria la educación de la voluntad y el carácter desde una perspectiva práctica y 
de interacción en sociedad y de integración colectiva, opuesta a un humanismo ingenuo e 
individualista que ha devenido en crecimiento egoísta, consumismo y pragmatismo moral con la 
consiguiente decadencia que ahora observamos y que tanto afecta a la juventud.
La propuesta metodológica del proyecto “Lideres Selva” busca que las habilidades que el joven 
requiere para un desarrollo armonioso se aprenden en un aula pero también se practiquen en 
acciones concretas que resulten de la propuesta juvenil. En este proceso, esta guía busca contribuir 
con los educadores interesados por promover “Habilidades para la Vida”, es decir, pautas y estilos de 
comportamiento transferible a los jóvenes que les permitan enfrentar situaciones clave de la vida 
(comunicarse con los demás, enfrentar problemas, trabajar en equipo, etc.) sin ceder a la ansiedad, 
el miedo, la violencia u otros comportamientos paralizantes y no productivos.
La propuesta conceptual de este manual sigue el enfoque de la Organización Panamericana de la 
Salud1
que concibe las “Habilidades para la vida” como aptitudes necesarias para el desarrollo 
humano y que las diferencia según sus ámbitos de acción como: 1) habilidades sociales e 
interpersonales (incluyendo comunicación, habilidades de rechazo, agresividad y empatía), 2) 
habilidades cognitivas (incluyendo toma de decisiones, pensamiento crítico yautoevaluación), y 3) 
habilidades para manejar emociones (incluyendo el estrés y aumento interno de un centro de 
control). Este programa como otros similares, se basan en la teoría de aprendizaje social. Esta teoría 
promueve las oportunidades para procesar y estructurar las experiencias vitales adquiridas, aplicarlas 
y aprovecharlas en forma activa (Bandura, 1997).Las teorías sobre el desarrollo humano y las 
conductas del adolescente establecen que estas habilidades específicas son componentes esenciales 
de un desarrollo saludable, y son habilidades que definen a un niño de carácter fuerte. A través de la 
investigación también se ha encontrado que estas habilidades particulares son mediadores de 
 
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conducta en la adolescencia. Los resultados de la evaluación de programas muestran que el 
desarrollo de las habilidades para la vida puede retrasar el inicio deluso de drogas, prevenir 
conductas sexuales de alto riesgo, enseñar a controlar la ira, mejorar el desempeño académico 
ypromover el ajuste social positivo.
Es por esto que consideramos elemento importantísimo y de complemento más que adecuado el 
desarrollo de estas sesiones comparte del proceso educativo formal, y si a esto le agregamos la 
práctica de estas habilidades en situaciones de la vida diaria, confiamos en que los resultados serán 
exitosos en términos de individuos y colectividades ajustadas, saludables mental y socialmente y 
productivas.
Es nuestra esperanza que este material sea de utilidad para todo profesional, educador, autoridad o 
en general, persona comprometida con su desarrollo personal pero sobretodo con la educación 
eficiente de la juventud.