Frebicoin

https://static1.freebitco.in/banners/contest_160_600.gif

domingo, 21 de julio de 2019

Noticias


¿Qué es una relación de pareja sana?

Hablar de relaciones de pareja "sanas" puede dar la falsa impresión de que existen relaciones perfectas, lo cual se aleja de la realidad. Toda relación tiene sus defectos o debilidades, por la simple razón de que las personas no son perfectas. Lo importante no es que una relación de pareja tenga debilidades o no, lo que define una relación saludable es que esté interesada en trabajar y atienda sus posibles debilidades y dificultades.

En ese sentido, podemos definir una relación de pareja sana de la siguiente manera: una relación de pareja es sana si existe un esfuerzo de ambas partes de impedir que exista maltrato físico o emocional, faltas de respeto, comportamientos abusivos, controladores, humillantes.

Siento amor, pero ¿lo es realmente?

Es normal entrar en una relación de forma inocente, y dejarse llevar por los buenos sentimientos que lo llevan a uno a decir “estoy enamorado/a”, o algo similar. Sin embargo, es conveniente mantener presente que las relaciones no son fáciles de construir ni de sostener, y estar atentos y cuidar que no se pasen por alto aspectos importantes de la relación. Una postura crítica y atenta es algo que aumenta las posibilidades de obtener una relación de pareja saludable. En este artículo te invitamos a preguntarte ¿estoy en una relación de pareja saludable?

¿Qué caracteriza una relación de pareja sana ?

Las relaciones son necesarias y parte de una vida saludable, pero no existen relaciones perfectas. Las relaciones, de noviazgo o de matrimonio, tienen el potencia de enriquecer nuestras vidas y añadir bienestar en la vida. Sin embargo, las mismas relaciones puede causar malestar, incluso puede causar mucho daño. Toma unos minutos para aprender más acerca de cómo protegerte de construir una relación insana o tóxica. Por lo que te invitamos a preguntarte si efectivamente estás en una relación con cualidades convenientes para ambos.

Es importante no tener una visión idealizada de la relación

El primer paso es tener presente que la relación de pareja tal como se dio al inicio va experimentar modificaciones, y que el “ímpetu desenfrenado” que se vivió en ese momento va a convertirse en algo más estable y rutinario. Una relación más rica y profunda va a surgir en su lugar, y es importante que incluya también la pasión. A lo largo de la relación existirán buenos y malos momentos; esperar que siempre sea color de rosa es negarse a dar un siguiente paso.

Cuidar la relación

relación sana y feliz






Es importante atender los desacuerdos o las diferencias que surgen en el dí­a a dí­a de la relación, si no es posible inmediatamente, al menos no dejar pasar mucho tiempo. Algunas personas creen que las relaciones se construyen solas, haciendo a un lado las dificultades con la esperanza de que se resuelvan solas o ya no molesten en un futuro. La realidad es que una buena relación, una relación de pareja sana, como cualquier cosa en que quieras tener éxito, requiere trabajo y ser atendida regularmente.

Pasar tiempo juntos

No existe un sustituto para el tiempo de calidad que comparte una pareja: el tiempo juntos es un ingrediente esencial de toda relación de pareja sana. El deseo de estar juntos y compartir tiempo debe originarse del hecho de que una pareja está unida principalmente por lo bien cada uno hace sentir al otro. Es decir, el que la pareja no busque la manera compartir tiempo juntos no es buen síntoma. Si una pareja está unida por lo bien que se hacen sentir el uno al otro, cómo no esforzarse por hacer un espacio y poder estar el mayor tiempo posible juntos. Es claro que existen responsabilidades, trabajo, dificultades que hay que atender día con día. Por esta razón, no se trata de que entre más tiempo juntos mejor. Se trata más bien de que existan esfuerzos de parte de cada uno para compartir tiempo, y que estos esfuerzos sean visibles a cada uno.

Aprender a convivir con las diferencias

Si bien las cosas que tienes en común con tu pareja son esenciales, las diferencias son lo que hace única la relación. A pesar de que las diferencias muchas veces son fuente de disgustos o discusiones, el beneficio y la fortaleza para la relación que se obtiene de aprender a conocer los puntos de vista del otro, es realmente inmenso. Es lo que hace sentir cada uno que realmente es escuchado, que realmente mi pareja está conmigo por quien soy. Por esta razón, es muy importante que te detengas y conozcas estas diferencias con tu pareja, y no le tengas miedo al riesgo de las discusiones (hay que tener la confianza de que la relación puede soportarlas).

No esperar cambiar a tu pareja

Evidentemente que cada uno tengas gestos y ceda en ciertas cosas es algo que hace bien a la relación. Lo malo es cuando uno de los dos necesita que el otro cambie, haga algo, para que las cosas puedan seguir bien (evidentemente hay excepciones). Si bien ninguno de los dos es perfecto, por lo que tiene sentido esperar que haya cambios en cada uno, hacer depender el bienestar de la relación de estos cambios no es conveniente. De hecho, muchas veces esto es consecuencia de un mal manejo de los propios problemas personales no resueltos. Por ejemplo, hay probabilidad de que una joven que necesita que su pareja sea más cariñoso con ella, haya vivido en su pasado o infancia alguna experiencia de carencia de afecto (“siento que mi papá no me quería”). En la medida en que no resuelva estos problemas del pasado, van a interferir en los problemas que tenga en el presente en sus relaciones. Y si bien puede ser algo bueno que su novio sea más cariñoso, no debería de ser una condición para estar bien. Por lo tanto no esperar que tu pareja cambie es una característica de una relación de pareja saludable.

Aceptar que habrá puntos en los que no logren estar de acuerdo

relación sana y feliz







En toda relación llegan a aparecer áreas de desacuerdo con respecto a asuntos importantes. El reto no es negarlo, ni pretender que no existe el desacuerdo. El reto es mantener la relación en pie a pesar de que puedan existir desacuerdos. En relación con el punto anterior [Aprender a vivir con las diferencias] la pareja se enfrenta aquí a la realidad de que su pareja puede pensar y ver las cosas de diferente manera. Si bien esto puede generar inquietud, molestia o malestar en cada uno o en uno de los dos, no debe impedirse que exista y predomine un interés por conocer a la persona con quienes están. No estar de acuerdo con respecto a un asunto, puede ser algo que causa ansiedad, pero también puede ser la oportunidad para ambos de ver las cosas de diferente manera. Y esto muchas veces coincide con lograr un crecimiento personal. Los desacuerdos exigen en cada uno una capacidad de ceder por lo menos un mínimo, y son una invitación a cada uno de explorar el mundo del otro, y por lo tanto a conocerse mejor. Esto sin duda ayuda a que exista una relación sana en la pareja.

Tener una comunicación adecuada

La falta de comunicación adecuada es una de las razones por la que muchas parejas tienen dificultades. Un consejo que puede ser útil es el siguiente: 1) adopta una postura de escucha, sin interrumpir y dejando claro que prestas atención. Solo escucha. 2) Cuando termine de hablar, trata de resumir lo que dijo, subrayando lo que consideras más importante, aunque no coincidan en qué es lo más importante. Esto ayudará a que tu pareja no adopte una postura defensiva, y sea más receptiva a escuchar tus pensamientos y sentimientos. Esta estrategia puede lograr que sea más difícil discutir, y favorece el entendimiento o una posible solución. Sin embargo, es claro que no es una estrategia nada sencilla de lograr pues parte de las discusiones consiste muchas veces en decir cosas hirientes o tocar puntos sensibles del otro, lo que hace muy difícil o imposible el mantener la postura de escucha, o incluso el deseo de arreglar las cosas. Aún así, es importante tener claro este pequeño consejo que puede ayudar a mantener bajo control situaciones que no son tan complicadas, y poder lograr una relación de pareja saludable.

Dar un voto de confianza

Sin confianza, una relación simplemente no se puede sostener. Y si logra sostenerse, es muy probable que se trate de una relación muy conflictiva. La confianza es lo que permite a una persona sentir que su pareja va a estar ahí el día de hoy o de mañana, en momentos difíciles o de celebración. Es lo que permite sentir que puedes dejarte caer de espaldas y él o ella va a estar ahí para evitar que te lastimes. Es una experiencia de seguridad única que no es fácil de conseguir en esta vida, y que generalmente solo experimentamos de manera similar en la infancia (seguridad de que todo iba a estar bien). Por esta razón, la confianza es algo que hay que atesorar en una relación. Para cuidar la confianza es recomendable tener claro que toda relación merece de entrada un “voto de confianza”. Es decir, que si no hay razones solidas para desconfiar del otro, hay que cuidar no mostrar desconfianza (y en el caso de que mi pareja desconfíe sin razón, es importante mostrarse indignado y exigir disculpas, es decir no quedarse con los brazos cruzados). Todo esto tiene que ver con cuidar, valorar la confianza. Es importante tanto el confiar a mi pareja, si no existe razón para desconfiarle, como exigir que se me confíe, si no existe razón para que se me desconfíe. Sin la confianza, no puede existir una relación de pareja sana.

Ser honesto es esencial

Para que pueda existir confianza en una relación es necesario que exista honestidad. La falta de honestidad puede romper fácilmente la confianza en una relación, conduciéndola rápidamente a una crisis o incluso a una ruptura. Una vez que se rompe la confianza es muy difícil restablecerla. Las parejas más felices son las que se esfuerzan por que la honestidad sea una meta en su vida juntos. La honestidad es una característica esencial de toda relación de pareja saludable.

Respetar a tu pareja

relación sana y feliz









El tratar a tu pareja con respeto necesariamente genera un ambiente en la relación que favorece no solo el que seas tratado con respeto, sino también que aumente la confianza entre lo dos, así como el deseo de estar juntos y compartir tiempo. El respeto es parte esencial del amor, al punto que podríamos decir que sin respeto no hay amor. El respeto tiene que ver con la capacidad de cada uno de tratar a tu pareja como su igual, es decir, no sentir ni pretender que estás ni por encima ni por debajo del otro. El respeto es lo que se necesita para las dos personas puedan cultivar su propia seguridad y autoestima apropiadamente en el camino. El respeto da lugar al interés y la admiración por tu pareja. Es lo que permite que puedan ir juntos de la mano, y no uno atrás del otro, y emprender el proyecto de conocerse juntos.

Elección



¿Cómo elegir entre un psicólogo, un psiquiatra, un psicoanalista?

¿Cuándo ir con un psicólogo/psicoterapeuta?

El psicólogo trabaja diariamente con un amplio espectro de problemas y grupos de pacientes - desde desórdenes alimenticios a esquizofrenia, demencia y problemas en relaciones laborales, soledad, miedos, problemas de ansiedad, etc. La mayoría de los psicólogos clínicos se especializarán en un tipo particular de asistencia o terapia, como por ejemplo terapia psicoanalítica, terapia cognitivo conductual, terapia neuropsicológica, entre otras (ver tipos de terapia).
Cualquier persona que atraviesa por una situación difícil en su día a día y desee impulsar su vida en una nueva dirección que le provea mejores resultados, puede beneficiarse de los servicios terapéuticos de un psicólogo clínico. La psicoterapia es de ayuda también para profundizar en temas importantes de la vida, como son cambios repentinos, decisiones importantes, etc.: la psicoterapia es un espacio que puede ser utilizado como herramienta de introspección, para revisar y evaluar el rumbo que se lleva en la vida.

Diferencia entre psicología, psiquiatría, psicoanalisis





¿Cuándo ir con un psiquiatra?

El psiquiatra trabaja con personas de cualquier edad, pero usualmente con personas que tienen un desorden más severo, como esquizofrenia o alguna otra psicosis, o depresión mayor, que requieren tratamiento farmacológico. En la mayoría de los casos, el tratamiento psiquiátrico incluye prescripción de medicamento. Muchas veces el tratamiento psiquiátrico se acompaña con tratamiento psicológico; de forma paralela el paciente acude con un psicólogo clínico para atender los motivos de la consulta.
Algunos psiquiatras no se limitan a prescribir medicamentos y realizan cursos y diplomados de algún tipo de psicoterapia, por lo que provee también terapia de escucha y habla. Aún así, el psiquiatra no cuenta con estudios universitarios de psicología. 
A continuación te mencionamos algunos de los casos en que se recomienda acudir con un psiquiatra, ya sea para un tratamiento exclusivamente farmacológico o en combinación con psicoterapia:

7 señalas que te indican que debes ir con un psiquiatra:

  • Cuando hay pensamientos de querer hacerte daño
  • Cuando hay pensamientos de violencia hacia el otro
  • Cuando presentas delirios (pensar cosas irracionales)
  • Cuando presentas alucinaciones (ver o escuchar cosas o voces que son ilusión)
  • Cuando existen fluctuaciones grandes del humor (se recomienda siempre en conjunto con psicoterapia)
  • Cuando hay deteriorio cognitivo  con funcionamiento disminuido (se recomienda en conjunto con neuropsicoterapia)
  • Cuando la terapia psicológica o el counseling no funcionan.

¿Cuándo ir con un psicoanalista?

Cabe mencionar que el psicoanálisis es el padre de la psicología. Su fundador, Sigmund Freud, erigió una teoría y una práctica desde finales del S. XIX y principios del XX que ha marcado profundamente el pensamiento occidental, así como también ha influenciado en gran medida a los diferentes tipos de terapia existentes actualmente, a pesar que la diferencia entre los tipos de terapia sea esencial.
El psicoanálisis ayuda a las personas a atender trastornos mentales y conflictos internos, así como a aumentar el entendimiento propio y la libertad. Depresión o ansiedad crónicos son motivos frecuentes, así como también dificultad en relaciones o baja autoestima. Se recomienda acudir con un psicoanalista cuando existe en la persona un deseo de explorar de forma detallada y más profunda en la situación de malestar actual que está viviendo. Entre los factores importantes a la hora de considerar ir con psicoanalista o iniciar un proceso psicoanalítico está, principalmente, el interés por su propia vida psíquica y el deseo de conocerse mejor
A continuación algunas de las razones por las que puede ser conveniente acudir con un psicoanalista:
  • Si quieres desarrollar un mayor entendimiento de ti mismo y de las dificultades que se te presentan.
  • Si quieres saber cómo las piezas de tu historia encajan entre sí, tanto el pasado, el presente como la vida interior y exterior.
  • Si quieres hacer sentido de tus experiencias, de lo que te ocurre y de tus relaciones
  • Si tienes curiosidad de cómo funciona la mente, y quieres lidiar con los problemas de raíz
  • Si quieres encontrar bienestar si bien no a corto plazo pero sí a mediano plazo, y quieres que estos cambios perduren.
En ocasiones, la terapia psicoanalítica también es indicada cuando otras terapias menos intensivas han fallado en lograr los resultados deseados.

Los problemas de pareja


Los problemas de pareja

En cierto sentido, todas las parejas tienen conflictos, y sin embargo, esto no es del todo malo. Los problemas de pareja son algonormal, en cierto sentido inevitables, y sin embargo exigen de cada uno en una pareja lo mejor de sí para poder seguir adelante. Los problemas de pareja se originan del simple hecho de que toda pareja está conformada por dos personas que, a pesar de tener cosas en común, en esencia son diferentes, es decir que llevan consigo mundos muy diferentes y singulares (puntos de vista, modos de ser, actitudes, etc.). Estas diferencias forman parte de la riqueza de una pareja, pero también son fuente directa de estas dificultades. De una u otra forma, toda pareja presenta el reto de saber convivir con estas diferencias, sin acabar menospreciando o descalificando el mundo del otro. Este reto está incluido en lo que entendemos por "amor". Es decir, que amar a alguien implica ser capaces de convivir con las diferencias en una relación de pareja, sin tener la necesidad de imponer un punto vista, o tener la necesidad de desvalorizar a la pareja. Si bien podemos decir que los problemas y las diferencias son normales y, de alguna manera, inevitables en las parejas, también es preciso subrayar que el bienestar de una pareja depende de saber manejar adecuadamente los retos que suponen estas diferencias y los problemas que de su coexistencia surgen. 

¿Es la incompatibilidad causa de los conflictos de pareja?

Las diferencias de cada uno en una relación pareja no significan incompatibilidad. Por el contrario, la incompatibilidad en una pareja es más bien la incapacidad o indisposición de uno o de ambos para asimilar y saber convivir con las diferencias del otro. El reto de toda pareja es hacer coexistir la diferencia de dos modos de vivir necesariamente diferentes, en la medida que en una pareja se trata de dos personas únicas, singulares. Lograr esto no es nada sencillo, y es normal (y frecuente) que esta dificultad genere problemas en la pareja. No se trata de que una pareja no tenga conflictos, se trata por un lado de que estos conflictos no se salgan de control, y amenacen con romper la relación, y por otro lado se trata también de extraer un aprendizaje y un crecimiento tanto individual como para la pareja en su conjunto. A esto se refiere el que los conflictos de pareja no son algo del todo malo. 
Podríamos decir que existen problemas de pareja que son necesarios, y problemas de pareja que son innecesarios. Los problemas de pareja necesarios tienen que ver con las dificultades que surgen naturalmente del reto de aprender a convivir con los modos de vivir diferentes, y los problemas de pareja innecesarios se referirían a incapacidades, indisposiciones, impotencia de uno o de ambos en una pareja para lidiar adecuadamente con este reto. Los conflictos de pareja innecesarios, entonces, tienen que ver con un mal manejo de las diferencias presentes necesariamente en la relación.

Los problemas de pareja confrontan a cada uno con sus propios demonios

Hasta ahora nos hemos referidos a las diferencias como algo positivo de cada uno en una pareja: modos de ser, de pensar, de actuar diferentes, puntos de vista singulares sobre el mundo en general. Sin embargo, las diferencias de las personas también tienen que ver con algo "negativo", con posibles defectos de cada uno en la pareja, "imperfecciones", o más bien heridas abiertas, problemas no resueltos que se vienen arrastrando desde la infancia. Esto, evidentemente, vuelve considerablemente complejo y difícil el reto del que hablábamos, de lograr una convivencia plena y afirmativa de los modos de ser diferentes de cada uno en una relación. Porque no se trata solo de convivir con los aspectos positivos de mi pareja (sus talentos, sus habilidades, su inteligencia; aquello que tiene bajo cierto control), sino también con sus aspectos negativos o debilidades (lo que por definición no domina, o le supera). Es decir, que la razón por la que los conflictos en pareja pueden complicarse y generar crisis, tiene que ver con el hecho de que no somos perfectos, o más exactamente que en nuestros conflictos de pareja están en juego precisamente nuestros problemas individuales no resueltos, anteriores a la relación, que incluso es probable que vengamos arrastrando de nuestra propia infancia o de nuestro pasado. Esto quiere decir que los problemas en una relación de pareja son efectivamente tan difíciles e intensos, porque confrontan a cada uno en la relación a sus "propios demonios", porque hace salir a flote problemas no resueltos que de otra manera (fuera de una relación de intimidad y de confianza) no saldrían. 

¿Cuál es el motivo de las discusiones de las parejas? 

Son muchas las razones o los motivos por los que las parejas discuten o tienen dificultades. A continuación mencionaremos algunas:
  • celos, desconfianza,
  • el manejo del dinero o problemas económicos,
  • el trabajo, la dificultad para conseguirlo o el trabajo en exceso,
  • enfermedades mentales o físicas,
  • la repartición de tareas,
  • la infidelidad,
  • los familiares, la dificultad de poner límites a la familia extensa (suegros, hermanos, etc.),
  • cuando uno en la pareja no quiere a la familia del otro
  • la falta de deseo sexual u otros problemas sexuales,
  • eventos traumáticos,
  • el estrés del trabajo etc. 
  • sentimiento de no ser comprendido
  • dificultad en tolerar los vicios del otro, como fumar, tomar, etc.
  • sentimiento de dar más de lo que recibe 
  • sentimiento de ser desplazado(a) o no ser tomado en cuenta, de que la relación no es una prioridad para la otra parte
  • comunicación inadecuada

¿Qué significa confiar en mi pareja? libertad vs. compromiso

Como se mencionó antes, la confianza es el pilar fundamental de una relación saludable (se llama saludable a una relación que es conveniente para ambos). Pero ¿qué significa confiar en el otro? ¿Significa cerrar los ojos, y confiar ciegamente? ¿Significa que cada uno puede hacer lo que quiera y luego cada uno tiene que buscar la forma de asimilarlo? Evidentemente no. Confiar plenamente en alguien, darle un voto completo de confianza, no significa cerrar los ojos ni andar ciegamente. Esto equivaldría a suponer que mi pareja va a ser infalible, que mi pareja no se puede equivocar (de hecho no solo lo supondría, exigiría que así fuera). Pero tampoco significa vigilarlo e invadir su mundo al revisar entre sus cosas buscando algo. Confiar plenamente en alguien significa dar un voto de confianza pero sin dejar de seguir explorando su mundo (cosa que no hacemos al  "confiar ciegamente"), sin dejar de seguir conociéndose y de aprender más de cada uno y de sí mismo.  Siguiendo con esta imagen, no es que se tenga que dejar entreabierto un ojo, sino que se pueda abrir los ojos en ocasiones.
Sin embargo, esto no me da derecho a construir un mundo privado totalmente hermético e inaccesible a mi pareja, en el que pueda hacer lo que quiera y exigir que se confíe en mí. La libertad en una relación no tiene que ver con hacer lo que se quiera. No es tan sencillo. Tenemos que prestar atención en conocer a nuestra pareja, sus fortalezas y sus debilidades, y tener especial cuidado de no pisar precisamente en sus heridas abiertas, ahí donde más le duele. De lo contrario, de nuevo, estaríamos manteniendo una expectativa ilusoria de que mi pareja es perfecta, que no tiene debilidades. Por ejemplo, un hombre, Juan, que está con una mujer, María, que sufrió de cierto abandono de niña por parte de sus padres, y que todavía no lo resuelve completamente, este hombre no puede esperar que se tomen inocentemente ciertas acciones que recaen precisamente sobre esta herida abierta: como dedicarle mucho más tiempo de lo "normal" al trabajo, o salir todas las tardes con sus amigos, o cosas similares. No es que Juan tenga que subordinar sus acciones a las debilidades de María. Se trata simplemente de tomarlas en cuenta. No tomarlas en cuenta tiende a hacer que este tipo de problemas escale y se salga de control. Porque es muy probable que la mujer tome estas acciones de su pareja como ataques directos a su persona, y reaccione con esa intensidad con la sensación de estar defendiéndose. ¿De culpa de quién es? No importa. La culpa se anula o se comparte, de María si se quiere por andar por el mundo con una herida abierta, y de Juan por  la incapacidad de conocer la persona con la que está, o por querer ejercer poder sobre ella por picarle en sus heridas y por lo tanto debilitarla. Ahora bien, tomar en cuenta esta debilidad, no tiene que ver con "solapar" o tratar a María como incapacitada. Se trata de darle derecho a que pueda tener problemas no resueltos. Tomar en cuenta tiene que ver con tener consideración. Evidentemente, es importante que Juan pueda señalarle a María que él espera que no ande por el mundo con una herida abierta, es decir que espera que logre cicatrizarla para poder llevarse mejor. Que Juan tenga una consideración significa que esté consciente que no puede exigir que ella maneje algo que se le dificulta como si se tratara de realizar maromas. Es decir, tiene que ver con darle un derecho a María a que puede tener una dificultad o herida abierta. 
O bien, por ejemplo, una mujer que está con un hombre que sufrió en su infancia por tener una madre aprehensiva, invasora, que no respetaba su privacidad ni su espacio, y que todavía no lo resuelve totalmente, esta mujer no puede esperar que se tomen inocentemente ciertas acciones que recaen precisamente sobre esta herida abierta: como por ejemplo el hacer preguntas muy dirigidas para saber sobre su día, qué hizo, dónde estuvo, con quién estuvo, etc. Si bien, dependiendo del tono, la intención, el contexto, estas preguntas en sí pueden realmente ser inocentes, no podemos tomarlas separadas de la relación en la que se está: es decir, no podemos pensarlas independientemente de que van dirigidas a una persona que tendrá dificultad en recibir adecuadamente precisamente este tipo de preguntas. Y tenderá a tomárselo personal, como un ataque, e, igual como en el caso anterior, su respuesta será a su vez agresiva, a la defensiva y etc.

Los problemas de pareja permiten crecer y fortalecer sus debilidades

Todo esto se complica enormemente cuando tenemos en cuenta que no es solo uno en la pareja que tiene heridas abiertas, sino ambos. Es muy probable que María arrastre también problemas no resueltos de su infancia, y es muy probable que estos problemas tengan que ver en cierto sentido con esta situación con su pareja, Juan. Es probable que no sea fácil para María evitar hacer este tipo de preguntas y querer controlar e invadir la vida de Juan. Y esto sería un índice de que María haya sufrido tal vez de niña algún problema relacionado con el desplazamiento, con el no ser tomada en cuenta por sus padres por ejemplo. Y en la medida en que no haya resuelto esto adecuadamente, le será difícil evitar no sentir que los esfuerzos de su pareja Juan por tener su espacio y su privacidad, son acciones que demuestran desplazamiento, que le muestran que ella no está en el centro de la vida de Juan. Lo cual revive la herida abierta que trae, lo cual la lleva a hacer preguntas y a querer controlar dónde anda y con quien anda; lo que, a su vez, también activa conductas en Juan de protegerse, de distanciarse más porque teme que su espacio vital esté amenazado. 
Esta dinámica está presente en mayor o menor medida en todas las relaciones de pareja importantes. Lo que sucede es que existe una especie de "reciprocidad" entre las debilidades de cada uno en una relación. Tenemos que no solo las personas se atraen por aspectos positivos, como la belleza, la inteligencia, también se atraen debido a aspectos negativos. Los problemas no resueltos forman parte de las razones por las que dos personas se atraen y se unen. Y esto tiene que incluirse en la concepción que tenemos del amor. Esto no es contrario al amor.  Que la relación de pareja confronte a cada uno con sus debilidades o problemas no resueltos y de esta forma les exija atenderlas y a superarlos, solo puede ser algo conveniente. Es únicamente por amor que una relación de pareja exige a ambos a crecer y a fortalecer sus debilidades. Esto no puede tomarse como una mala noticia. 

Terapia sexual



Importancia de la terapia sexual o sexología clínica

La sexualidad es un elemento importante en la vida de una pareja. Debido a las dificultades usuales de la vida en pareja, un gran porcentaje de las parejas atraviesan periodos en los que no logran encontrar el tiempo o la energía para una vida sexual regular y plena. Las estadísticas muestran que más de un 50% de las parejas tienen o han tenido en el curso de su vida en pareja una dificultad de orden sexual. En las mujeres, es común sobre todo la dificultad de lograr un orgasmo y el vaginismo. En los hombres, aparecen principalmente las dificultades de eyaculación y de erección. En ambos, es frecuente una disminución o pérdida de apetito sexual. Si se ha presentado alguna dificultad en su relación y le gustaría retomar una vida sexual satisfactoria, nosotros podemos ayudarle.

¿Qué es la terapia sexual?

La terapia sexual (o sexología clínica) es un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la disfunción sexual. Con la terapia sexual, se pueden atender problemas relacionados con la función sexual, sentimientos sexuales y de intimidad — ya sea en terapia individual o en pareja.  Las disfunciones sexuales que pueden ser atendidas por un sexólogo con terapia sexual incluyen eyaculación precoz, disfunción eréctil, libido disminuida, adicción sexual, falta de confianza sexual. También puede asistir a personas que se recuperan de un asalto sexual, problemas relacionados con el estrés, cansancio y otros factores del ambiente y de las relaciones. La terapia sexual puede ser efectiva para adultos de cualquier edad, sexo y orientación sexual. Los terapeutas sexuales o sexólogos ayudan a las personas que experimentan problema en superar estos problemas, favoreciendo la posibilidad de retomar una vida sexual activa.

Causas del disfuncionamiento sexual

Las dificultades sexuales generalmente son un resultado de experiencias traumáticas o sentimientos negativos que impiden a la persona ser capaz de vivir una vida sexual íntima satisfactoria. Además, la información que recibimos, por parte de la educación de los padres, en la escuela, los medios, la religión, muchas veces juega un papel importante en la medida que adquiere la forma de prejuicios o ideas inadecuadas e interfiere en el desarrollo sano la vida sexual.

Los problemas sexuales pueden ser resultado también de otros problemas mentales, como la depresión, la ansiedad e incluso el estrés, y puede ser derivado de condiciones físicas, como problemas urinarios, desequilibrio hormonal que resultan de la manopausa o alumbramiento.
terapia sexual, pareja y sexualidad

¿Cuando acudir a terapia sexual?

Los problemas sexuales no son inusuales. Se estima que alrededor de 30% y 45% de los adultos sufren de alguna dificultad de orden sexual, dependiente del género y la edad. Si usted sufre de alguna de las dificultades sexuales anteriores, le sugerimos consultar a un especialista que le ayudará no solo a deshacerse de creencias, actitudes o conductas perjudiciales para su sexualidad, sino sobretodo a aprender los conocimientos, actitudes y conductas útiles y favorables al desarrollo sexual y el de su pareja.

Objetivos de la terapia sexual

El sexólogo o terapeuta sexual buscará mediante la terapia ayudarle a resolver muchas dificultades sexuales, desde la preocupación sobre el funcionamiento sexual a las maneras y dinámicas para relacionarte con su pareja. A través de la terapia sexual, podrá aprender a expresar sus preocupaciones claramente, entender mejor sus propias necesidades sexuales y comprender también las necesidades de su pareja sexual. El objetivo de la sexología clínica es dar lugar a la capacidad en las personas de vivir de manera satisfactoria su sexualidad en compañía de su pareja.

Cómo se trabaja en terapia sexual

Hablar de la intimidad y la vida sexual no es fácil y puede resultar incómodo. Recuerde que los sexólogos o psicólogos clínicos certificados tienen experiencia en generar un espacio de tranquilidad y confianza, y tienen capacidad para identificar y explorar las inquietudes de orden sexual. En la primera sesión, el sexólogo le pedirá que describa sus preocupaciones sexuales. Los asuntos sexuales pueden ser complejos, el terapeuta insistirá en obtener información para tener una idea clara de los factores involucrados en la problemática. Una vez que se adquiera comprensión de la situación, se discutirán las maneras de resolver las dificultades de modo que pueda mejorarse la comunicación y la vida íntima y sexual.

El terapeuta sexual suele trabajar mediante ejercicios en casa, que pueden ser individuales y, en caso de tener vida sexual activa, en conjunto con la pareja. Las tareas que se asignan pueden ser :

❖  ejercicios de comunicación con tu pareja

❖  pausar y llevar más lento el acto sexual, para poder observar lo que se está sintiendo

❖  cambiar ciertas dinámicas con las que se interactúa la pareja durante el acto sexual

❖  leer o ver videos educacionales acerca de técnicas sexuales

Motivos frecuentes de consulta de terapia sexual:

❖  Ansiedad respecto al sexo

❖  Impotencia

❖  Eyaculación precoz

❖  Disminución o pérdida de deseo sexual (libido)

❖  Ansiedad o incertidumbre acerca de la orientación sexual

❖  Abuso sexual

❖  Vaginismo

❖  Autoestima respecto a la imagen del cuerpo

❖  Impulsos o compulsiones sexuales

❖  Adicción al sexo

❖  Promiscuidad

¿Qué otros trastornos sexuales pueden tratar los sexólogos?

•     Deseo sexual hipoactivo (asexualidad)

•     Trastorno de aversión sexual (elusión o falta de deseo de intercambio sexual)

•     Trastorno de excitación sexual femenina (fallo de la normal respuesta de excitación sexual: lubricación)

•     Disfunción eréctil masculina

•     Trastorno del orgasmo femenino (anorgasmia)

•     Trastorno del orgasmo masculino (anorgasmia)

•     Dispareunia

•     Parafilias

•     Trastorno de identidad de género

•     Trastorno de estrés postraumático debido a mutilación genital o abusos infantiles

•     Insatisfacción sexual (no específica)

•     Deseo sexual inhibido o frigidez

•     Anorgasmia

•     Enfermedades de transmisión sexual

•     Infidelidad

•     Retardo o ausencia de eyaculación tras un estimulación adecuada

•     Incapacidad para controlar el momento de la eyaculación

•     Incapacidad para relajar los músculos de la pared vaginal lo suficiente para permitir el coito

•     Lubricación vaginal inadecuada antes y durante el coito sexual

•     Dolor en la vulva o la vagina durante el contacto sexual

•     Infelicidad o confusión respecto a la orientación sexual

•     Las personas transexuales o transgénero pueden tener problemas sexuales (antes o después de la cirugía), aunque la condición transexual o transgénero no sea un problema sexual en sí mismo.

•     Síndrome de excitación sexual persistente

•     Hipersexualidad

•     Ablación de clítoris

•     Circuncisión

pareja feliz y terapia sexual

La terapia sexual es realizada por psicólogos o psicoterapeutas que tienen entrenamiento especial en asuntos relacionados con la sexualidad y las relaciones. Esta credencial permite llamarles sexólogos. Los sexólogos y sexólogas certificados no tienen relaciones sexuales con sus pacientes, ni se relacionan mediante ningún contacto físico.
La terapia sexual es usualmente terapia breve, con un número limitado a 12 o 15 sesiones. El plan de tratamiento depende de las inquietudes y los motivos de consulta del paciente.

Datos


Psicólogos destacaron 7 tipos de amor y no todos son capaces de alcanzar el séptimo

¿Qué es el amor? Esta pregunta, durante muchos años, ha sido formulada por filósofos e investigada por científicos. El psicólogo estadounidense Robert Sternberg en los años 80 elaboró la teoría del amor de tres pilares, el cual incluye intimidad, pasión y compromiso. Según él, precisamente en estos 3 puntos consiste este maravilloso sentimiento sobre el cual hablan miles de canciones y libros. Gracias a su teoría Sternberg destacó 7 tipos de amor, sobre los que nosotros hablaremos en este artículo.

cree que con el paso del tiempo los sentimientos cambian. Y si ahora no has alcanzado el séptimo tipo de amor, entonces posiblemente tu pareja y tú necesitan más tiempo para esto.

1. Encaprichamiento

Es aquel período en el que las personas aún se conocen desde hace poco tiempo, pero sienten una atracción el uno por el otro.A menudo en tales relaciones el hombre y la mujer no tienen ninguna idea sobre si tienen algo en común, pero siguen estando juntos.

Según los psicólogos, dentro de un tiempo tal encaprichamiento puede transformarse en algo más completo, pero no siempre sucede así. Muchas parejas no avanzan más allá de este tipo de amor.

2. Amor platónico

En tales relaciones siempre podrás seguir siendo tú misma. Normalmente las personas en tal pareja unen las aficiones comunes, visiones de la vida y un sentimiento de comprensión mutua. Los psicólogos creen que tal intimidad sin pasión y compromiso más bien llevará a una amistad que a un amor romántico.


3. Amor vacío

Tales parejas solo tienen compromiso, pero no tienen intimidad y pasión. A veces tal tipo de relaciones ocurre después de un gran amor apasionado, a veces sucede al revés, las personas que sentían un amor vacío, cambian a uno que lleva sentimientos más apasionados.

4. Amor fatuo

Este incluye compromiso y pasión, es muy conocido por muchas parejas. Es aquel caso cuando las personas realmente sienten pasión y están listas para seguir tales tradiciones como una boda, juramentos y compromiso, pero no tienen una verdadera intimidad.

Los psicólogos consideran que tales parejas pueden vivir juntos durante mucho tiempo, pero es difícil nombrarlos felices. Esencialmente, ellos no ven a su pareja como un amigo.

5. Amor romántico

Este amor incluye pasión e intimidad. Las personas en tales parejas se gustan, ellos se sienten cómodos junto con su amado, pero no están listos para tomar compromiso serio. Frecuentemente tales relaciones no llegan hasta la etapa de la vida conjunta o una boda.

6. Amor sociable

El amor sociable consiste de compromisoe intimidad. Tales relaciones son mucho más fuertes en comparación con una amistad normal, entre las personas crece un verdadero cariño. Pero más bien es un contrato pudoroso, ya que en tal amor no hay pasión. Los psicólogos consideran que el consiguiente tipo de relaciones puede aparecer después de muchos años de conocerse o de matrimonio.

7. Amor consumado

Este amor consiste de 3 pilares: pasión, intimidad y compromiso. Por supuesto, pueden no estar en la misma proporción, pero es importante que estén. Tales relaciones no se presentan con frecuencia, pero si las personas lo pueden construir, entonces ellos relamente se quieren el uno al otro. Lo más probable es que precisamente tales parejas puedan vivir juntos y disfrutar de su matrimonio durante mucho tiempo.


Los psicólogos están seguros de que una persona en toda su vida siente diferentes tipos del amor. A veces esto sucede con una pareja, ya que las personas alcanzan la intimidad y pasan a otro nivel. A veces ocurre con diferentes personas. Al mismo tiempo tu relación puede no estar en alguno de estos 7 tipos habituales y encontrarse entre dos de ellos.

Esta tipología te ayudará a determinar en qué relación te encuentras ahora y si vale la pena continuar con ella. Y si hablas con tu pareja, posiblemente con el paso del tiempo logren cambiar a un tipo de amor más atractivo para ambos.

¿Y tú qué amor has sentido en tu vida? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.



QUÉ SON LAS EMOCIONES

Las emociones son reacciones ante factores internos o externos. El efecto es la alteración del ánimo, te saca de tu estado habitual, te conmueve en forma agradable o desagradable.

La alegría, la tristeza, el miedo, la ira son emociones que todos hemos sentido, pero no por ello dejan de tener cierta complejidad.

Es interesante entender qué son las emociones, para qué sirven, sus tipos y las características de estas para comprender, expresar y regular de forma apropiada los estados de ánimo, discernir entre lo bueno y lo malo y ser capáz de separar lo provechoso de lo inconveniente.


CARACTERÍSTICAS DE LAS EMOCIONES

LAS EMOCIONES NO SE PUEDEN OCULTAR

A menudo no compartimos ciertos tipos de información con otras personas o tratamos de ocultar nuestros sentimientos con el fin de protegernos a nosotros mismos y a los demás. Ese intento por controlar las emociones, sobre todo la demostración y la expresión, está muy extendido. ¿Qué tipo de emociones no se muestran casi nunca? Parece, según los estudios, que la ira es la emoción más expresada y la alegría la menos expuesta. Parece que las normas emocionales dictan que la expresión de alegría no es beneficiosa. Por otra parte, la ira es una expresión de poder y autoridad. Sin embargo veremos como la alegría y el buen humor, fomentan el bienestar personal y grupal.

LAS DECISIONES DEBEN INCORPORAR EMOCIONES

Lo queramos o no, nuestros sentimientos nos afectan tanto a nosotros como a los demás. No cabe duda en que no hay ninguna decisión que no se tome bajo la influencia de las emociones. No podemos separar cuerpo y mente; somos criaturas racionales pero son las emociones las que nos convierten en verdaderos seres humanos y fortalecen nuestra racionalidad.Los psicólogos Gorodon Coger y Alice Isen han estudiado durante muchos años la interacción entre estado de ánimo y pensamiento, y han descubierto que las emociones influyen en nuestro pensamiento de muchas maneras: Las emociones positivas: Expanden nuestro pensamiento, Ayudan a generar una nueva idea, Nos animan a tener en cuenta las distintas posibilidades. Mientras Las emociones negativas: Proporcionan un enfoque más claro, Nos permiten examinar los detalles más eficazmente, Nos motivan a buscar los errores de forma más eficiente.

LAS EMOCIONES SIGUEN PATRONES

Las emociones forman parte de una secuencia de baja o alta intensidad. No son acontecimientos que se produzcan de forma aleatoria: si el suceso o el pensamiento que inició un sentimiento continúa o se intensifica, entonces es posible que el sentimiento también se haga más intenso. Cada emoción tiene sus propios movimientos. Como en una especie de partida de ajedrez, debemos saber de qué piezas disponemos y qué reglas gobiernan cada una de ellas.

LAS EMOCIONES SE CONTAGIAN

En virtud del principio de resonancia, las emociones de una persona no sólo son sentidas sino también captadas por otras. Existe contagio emocional. Este es generalmente inconsciente y puede ocurrir en una fracción de segundos. Por ejemplo, si se le acerca un individuo con ánimo abatido, usted súbitamente también se siente deprimido; pero si el otro viene entusiasta y vibrante, usted se contagia de ese estado emocional. Esto subraya que uno de los fundamentos de la inteligencia emocional es manejar su nivel de energía: cuando uno está tenso y cansado, los problemas y obstáculos le parecen más grandes de lo que son y además uno es más susceptible de ser ‘infectado’ por la depresión anímica de otros. Por el contrario, si renueva sus energías y logra mantenerse tranquilo y alerta, este estado emocional le comunica ‘inmunidad’ natural y puede también contribuir a que los demás se sientan menos agitados y mejore su estado de ánimo.

EXISTEN LOS UNIVERSALES EMOCIONALES

La Inteligencia Emocional funciona, en parte porque existen reglas universales sobre las emociones y su manifestación. Pero aunque todos seamos capaces de identificar con claridad la expresión emocional de otra persona a pesar de no conocer su lengua, existen reglas de expresión emocional propias de cada sociedad. En cada entorno social y cultural unas emociones son más valoradas que otras, se permite su expresión o se sanciona, se ven con buenos o malos ojos, etc. esto significa que cada cultura tiene también normas de control emocional particulares. Las emociones secundarias están muy influidas por la cultura, y la diferencia de género también es otra variable a tener en cuenta.


LOS TIPOS DE EMOCIONES

Cada emoción tiene un propósito, es la manera en que el inconsciente guía nuestro comportamiento.

  • La Alegría 😀 Nos motiva a reproducir ese acontecimiento.
  • La Curiosidad 😏 Nos motiva a explorar y aprender.
  • La Sorpresa 😮 Nos motiva a dirigir la atención hacia algo inesperado.
  • La Tristeza 😭 Nos motiva a pedir ayuda y apoyo de los demás.
  • El Miedo 😱 Nos motiva a actuar para evitar consecuencias negativas.
  • La Ira 😡 Nos motiva a luchar contra los errores y la injusticia, y poner límites.
  • La Repulsa 😣 Nos motiva a demostrar que no podemos aceptar algo.

LÓGICA DE LAS EMOCIONES

Las emociones son reacciones ante factores internos o externos y siguen una lógica:

  • ⏫ Se deben a algún tipo de cambio en el mundo que le rodea.
  • ⏺ Comienzan de forma automática.
  • ⏱ Provocan rápidamente cambios psicológicos.
  • ⚡ Cambian la naturaleza de todo lo que rodea y de su modo de pensar.
  • ⌛ Le preparan para emprender algún tipo de acción.
  • ❤ Dan lugar a sentimientos personales.
  • ❗ Se disipan rápidamente.
  • ⛹ Nos ayudan a afrontar, a sobrevivir y a prosperar en este mundo.

sábado, 20 de julio de 2019

Religion



LOS FRUTOS DE VIDA

Cada día nuestra persona va en proceso de cambio y transformación, viviendo experiencias que cuando se reflexionan y meditan pueden ayudar a crecer, madurar y hasta encontrar el lugar en la vida. Por ejemplo es interesante cuando descubrimos una persona que todo lo que hace lo vive en forma increíble, emocionante, apasionante… Son las personas que se identifican con lo que viven, no añoran, menos extrañan el pasado, ven su presente y lo viven en forma apasionante cada momento y son felices entregando su vida aún en medio del dolor y de los problemas o de las circunstancias en las que les ha tocado vivir. Saben que vivir la vida implica vivir todo eso y en esa vida y en ese lugar están “llamados” a ser Personas.

Dice el evangelio una frase bella: “Por sus frutos los conoceréis”, refiriéndose a las obras de los seguidores de Jesús. Casi siempre tendemos a mostrar personas que ya lograron esto, por ejemplo Madre Teresa de Calcuta u otras personas que ya nos dejaron en esta vida; pero tenemos muchos ejemplos, hay mucha gente, de cualquier nivel y condición social, que cuando las vemos y cuando reflexionamos lo que están haciendo y la forma cómo lo hacen, descubrimos la grande personalidad que esconden.

Las señales son claras: su forma de hablar, lo que dicen, o tal vez lo que hacen, o como se hacen presentes en momentos importantes de nuestra vida o de la vida de los demás; su forma de entender la vida, de entender y ayudar a los demás; o tal vez, la bondad, la paciencia, la serenidad o la tranquilidad espiritual que inspira su presencia.

Ellos, todos los que encontramos en la vida de cada día, nos invitan a amar lo que hacemos y sentir todos los días esa indescriptible adrenalina de vivir con pasión, alegría y llenos de esperanza la vida. Este es el mejor testimonio de quien cree y ama porque se siente a su vez que Alguien, que es Dios, creyó en él y lo ama.

P. Salvador Murguía sdb